Ambos elegimos este destierro que nos
ahoga y priva del flujo mundano. Juntos acordamos luchar contra la ira de los
dioses y enfrentar el mar de la soledad para no seguir en este naufragio al que
habíamos llegado. Si en la desesperanza escuchas un grito que clama por tu
venida, no lo atiendas, omítelo, pues bien esa voz no me pertenece, le pertenece
a nuestro pasado que implora regresar a esa isla ominosa que albergó nuestra perenne
pasión. El camino en este exilio
voluntario está marcado por desventuras que prometen herir en silencio nuestras
almas para recordarnos lo que dejamos atrás, lejos quedarán esas promesas sin
cumplir, los votos que se perdieron en el viento de aquel otoño que vio
florecer un sentimiento. El tiempo nos dirá donde iremos a parar. Mientras tanto,
aférrate y avanza, aún contra la fría ventisca que penetra nuestros huesos y
debilita ese fuego que habita en tu mirada. Sólo recuerda que el confinamiento fue
el pasaje que se presentó a nuestros pies luego de consagrar con puño y letra
sobre ese papel, la despedida de aquella isla que fue el eterno hogar de tu
sonrisa perfecta.
lunes, 17 de febrero de 2014
LUNA MENGUANTE
El apogeo de la luz que alguna vez fue
la precursora de esa enérgica pasión tiembla y cede al ocaso semblante de la
noche, que ofrece sólo penumbras y un gélido último aliento.
Aquella
luna entregó sus ojos para atestiguar el último viaje que ambos harían antes de
partir cada uno hacia caminos opuestos, caminos marcados por las decisiones que
separaban más aún sus anhelados destinos.
La tristeza habitaba en su profunda
mirada, sus ojos retrataban una escena que nadie quería protagonizar. Ninguna
palabra abandonaba la fortaleza de sus tiernos labios y el respirar se hacía
cada vez más difícil con el palpitar de un acelerado corazón que clama por no
arribar al destino que ofrece nada más que distanciamiento.
Al decir adiós, se escuchó un eco que
encontró nido en ese vacío que se creó en el corazón de los que allí se
desterraban del reino de la ilusión utópica que les ofreció calma y esperanza,
lejos de la realidad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)