Después de leer tanta
literatura al respecto y luego de enaltecer y admirar los elocuentes discursos
hechos por intelectuales y apasionados por el tema-sin dejar de reconocer la
verdad y sensatez en sus palabras- se presenta una inquietante pero muy necesaria
interrogante: ¿cuál es la vereda para promover los cambios que nuestra
educación necesita? Por un lado, tenemos
la más famosa y bien mirada vereda de la intelectualidad académica, donde
tenemos una gran cantidad de expositores muy sapientes y críticos que con sus
ideas encienden los corazones idealistas de los jóvenes y más apasionados en
este tema tan manoseado como la educación de calidad para todos. Es en esta
vereda, al parecer que existe una especie de acuerdo ideológico por conservar
la bien intencionada semántica crítica teórica, esa que ataca sólo a través de
sus mensajes al problema llamado inequidad. En esta vereda, a mi parecer, se
genera una suerte de guerra teórica detrás de cómodos escritorios por generar
esa ansiada pero muy necesaria conciencia crítica y reflexiva que escasea en
nuestra sociedad marcada por la competitividad individualista y
mercantilizadora. Ahora bien, no quiero que se malentiendan mis palabras,
generar conciencia, crear espacios de discusión y fomento de las ideas es y
será siempre un pilar importante en los procesos dialógicos que fundamenten y
sostengan cambios estructurales a nivel nacional y regional.
El problema radica en
que la vereda de la discusión académica e intelectual se ha situado en un
altar-no sin merecerlo, claro- casi unidireccional. Es decir, las nuevas
generaciones de actores sociales están recibiendo un mensaje sesgado de lo que
un cambio a nivel estructural presupone al mostrarse como el más importante
cuartel en esta guerra de ideas. Pero, se está dejando de lado la importancia
que implica la labor de los actores que están directamente relacionados con el
quehacer educacional, con esto me refiero a profesores y profesoras,
directivos, y a los demás profesionales de la educación que día a día contribuyen-en
su mayoría- a crear un país más justo con oportunidades para todos y todas.
Esto es, la intención aquí es redireccionar la importancia de la práctica en
los establecimientos educacionales en pos de generar conciencia de la
existencia de otra vereda en esta constante contienda ideológica donde al
parecer el método más eficiente para abarcar más público lector es el de la
elocuencia académica.
De la misma forma,
este escrito busca plantear la idea de derrocar la, a veces, tiranía del
discurso académico y reemplazarla por una democracia y polifonía discursiva
frente al gran espectro de voluntades y conciencias que existen en nuestro
país.
Cabe mencionar,
entonces, que los cambios se hacen en gran medida con la mugre bajo las uñas
y no solamente con la verborrea idealista del discurso académico. Claro está,
que esta es una de las decisiones más complejas que existen pues se asume una
responsabilidad directa en la generación de mejoras estructurales desde la base
y no desde la cúspide, como se suele practicar. Esta medida se puede aplicar a
muchas esferas de la vida diaria pues en el accionar de los distintos actores
sociales está la importancia y poder que tenemos como personas, de lograr que
esta sociedad que tanto criticamos comience a ser más agradable, equitativa,
pluralista e integradora de lo que es actualmente.
A modo de conclusión,
es menester reiterar la importancia de la práctica directa que realizan los
distintos profesionales en las aulas y comunidades educacionales, los que
aunque pocas veces ajenos a las discusiones y problemáticas a nivel macro,
siempre están en la primera línea de acción dentro de un gran engranaje llamado
sistema educacional. También, reconocer la suma importancia de las discusiones
y debates que promueven los distintos académicos e intelectuales de las
ciencias sociales y humanidades pues éstas ayudan a dar un sustento teórico a
la práctica docente. Ambas veredas, en su conjunción ayudan a tener una
panorámica más amplia e enriquecedora de las coyunturas y falencias que nuestro
sistema educacional presenta.