Hoy no es un día
triste, ignora el frío de agosto. La densa niebla es común en esta fecha.
Recuerdo que nunca te gustó el gélido amanecer. Qué ironía partir junto con el
alba. Los pocos que te querían están acá y el resto siguió con su rutina.
Madera de sauce eligieron para tu lecho, quizá porqué sabían que esa madera
estaba muy conectada con el eterno manantial azulado. Tampoco había flores
porque cortarlas para decoración te parecía un pecado. Sólo había un objeto que
te era muy preciado y que te negaste a heredar. El único valor que tenía era en
el reino de los recuerdos.
miércoles, 31 de agosto de 2016
martes, 9 de agosto de 2016
AQUELLO QUE DORMÍA
Nos callamos y nos
rendimos. Los discursos dejaron de existir. El silencio se oye más fuerte que
nunca. Tu aroma arde en la remembranza. El albor de tu sonrisa quema mi retina
a pesar de tener mis parpados en sueño. El anhelo de tu voz aprisiona la
esperanza rebelde. Hace solo una semana atrás las flores fueron removidas junto
con la tierra baldía y la tumba se sacudió. Era revivir esa incómoda parsimonia
a la que asistimos en el pasado. Aquello que dormía hoy despierta y exige
atención. Esos débiles músculos no son capaces de sostener tamaña verdad, la conciencia
se tornó cromada y a lo lejos se escuchó un crujido que tenía aires de
presente.
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