Solía dejar que unos pocos ojearan la
cubierta con la idea de que no se quedaran estudiándola por mucho tiempo. No me agrada el gentío cuestionador y entrometido
que relee una y otra vez cuidadosamente cada palabra que se forma allí. Es una
tapa dura, como las de antaño, cubierta de cuero adornado y con finas terminaciones
de hilo dorado. Pero sólo es una cubierta para entretener a los caminantes que
merodean esta feria letrada. Las hojas que componen su interior son un sombrío misterio
que sólo unos pocos conocen ya sea por dejación, olvido o apertura temporal.
Estas hojas no son para el público masivo ni para el aficionado debido a que
corren el peligro de aburrirse o de quedar entrampados en sus líneas. Para leer
estas hojas se requiere cierta sabiduría, pero debe ser una sensata y amable
sapiencia que logre deshilar y unir los fragmentos desordenados que habitan en
esos parajes de tinta roja escarlata. No existe índice pues los capítulos se interponen
unos con otros y, muchas veces, se repiten y vuelven a escribirse muy a mi pesar.
En ocasiones ataca el gélido blanco indiferente del olvido y capítulos enteros
son borrados como huellas en una tormenta de nieve. Asimismo, las letras sufren
el infortunio del fuego avasallador que calcina las palabras y emociones encapsuladas
allí. Entre fuego y hielo se desarrolla, muere y revive esta historia contada
en páginas que brillan a la luz de la luna menguante, que en su penumbra buscan
resaltar de entre la oscuridad.
martes, 30 de diciembre de 2014
domingo, 14 de diciembre de 2014
DUODÉCIMA LUNA
La fría noche se avecina sobre nuestra corporeidad
y con su manto de inquebrantable paz nos cubrirá para adormecer el latente
corazón que sepultamos hoy. Con un amargo epitafio, sin flores ni coronas
partirá hacia la fértil tierra de donde vino, en aquel verde prado descansará y
dormirá hasta unir su palpitar con el crecimiento de los árboles. Las palabras
solo adornaron su tumba como grises pétalos que le brindaban un pétreo
silencio.
Tú depositaste una rosa marchita sobre
la tierra para recordarle el fin de lo orgánico, que como semilla que germina y
se transforma, de todas formas sucumbirá al tiempo y a su inevitable erosión. Esa
rosa multicolor que una vez brilló con sus alegres tonalidades pero que hoy ha
quedado seca y moribunda sobre el cielo diáfano. Yo enterré los residuos de la
fragmentada fe que aún se aferraba y albergaba en mi espíritu con el afán de que
no nos atormentara nuevamente con la ilusión de florecer pese a la sequía que
nos atacó hace ya algún tiempo atrás.
Ambos sellamos el féretro con aquel
vejado corazón colmado de promesas sin cumplir y de sueños que terminaron
abruptamente con el despertar del sol en este oscuro día. Nuestras ropas
oscuras escondían todo signo de color que intentaba arruinar la ceremonia que estábamos
concluyendo. Más un intento de lamento se escapaba de aquel agujero cubierto de
tierra fresca, pero nuestros oídos ya estaban carentes de percepción alguna. Solo
las miradas hablaban y expresaban un dejo de amargura frente a la lapidaria despedida
de la que fuimos protagonistas. Bajo la tenue luz de esta duodécima luna yacerá
aquel sentimiento que pereció por la inacción, que nos ató y nubló el camino
que un día decidimos recorrer, desafiando la fuerza de gravedad y la ventisca
que venía desde nuestros pasados.
domingo, 19 de octubre de 2014
RETORNO
Las mismas frases que el viento pronunció
retornan con esta brisa primaveral pero desde distintos labios. El ciclo que la
vida instauró en este vejado corazón para enseñarle el eterno ir y venir de la
incesante lápida verbal no se acaba hoy, ni tampoco lo hará mañana. Sólo las
verdes hojas nacerán y morirán repetidas veces para cobijar el eco del renacer del
pensamiento que fue pronunciado tiempo atrás.
Es el mismo aire que se respira, es la
misma llaga que palpita en el interior y que se convierte en una sempiterna pesadumbre
que envejece el alma para darle un tono grisáceo al espíritu, para llenarlo de sabiduría
mezclado con pesar. ¿Estarás tu aquí conmigo soportando el
vendaval de enunciados que se profesen desde esa raíz que floreció y murió tiempo
atrás? O ¿Serás tú quién lance esas palabras inmortales como navajas? De igual
forma, estas cicatrices ya conocieron el filo de aquel acero ardiente y, quizá,
ya no sangren con la misma potencia pues en su sutura se encuentra la anestesia
que retarde el padecimiento que se avecina.
domingo, 17 de agosto de 2014
GONE
This infertile
land has nothing else to offer. My march has started without you even noticed. There
is no more pure air to breathe and the pollution has annihilated the few
remains of hope. I will leave like the moon every dawn, but this time there is
no coming back. Like raindrops in the grass shall I disappear, among green and
brown my bedtime will be.
Pointless efforts
the guardian gave to keep the prisoner in his cell since the confinement lasted
more than expected. Now, there will not be more prisons to lock him up, freedom
will take his hand to rush between oceans to discover another landscapes, some
of them you never wanted to offer.
The bridges have
fallen and we could not do anything about it, stillness was the perfect mate in
our routine. Fate has lost among the ice; no warmth was offered since long time
ago. Closeness did not mean connection; there was a huge marble wall between
our paths, though we felt together, we never really were.
Time has come to
see other eyes, perhaps with the same gaze but much wiser. Do not say goodbye
for this is not a farewell, so many times we have spent thousand words in this
departure so please do not pour meaningless sentiments to my back. I shall not
look back. I will face the cold weather alone although my cheeks get frostbitten.
---
IDA
Este suelo infértil no tiene nada más
que ofrecer. Mi marcha ha comenzado sin que ni siquiera lo notes. No hay más aire
puro para respirar y la contaminación ha aniquilado los pocos restos de
esperanza. Me iré como la luna cada amanecer, pero esta vez no hay vuelta
atrás. Al igual que las gotas de lluvia en la hierba debo desaparecer, entre
verde y marrón mi hora de dormir será.
Esfuerzos inútiles entregó el guardián
para mantener al prisionero en su celda puesto que el encierro duró más de lo
esperado. Ahora, no habrá más cárceles para encerrarlo, la libertad tomará su
mano para correr entre los océanos para descubrir otros paisajes, algunos de
ellos que tú nunca quisiste ofrecer.
Los puentes se han caído y no pudimos
hacer nada al respecto, la quietud era la pareja perfecta en nuestra rutina.
El destino se ha perdido entre el hielo;
ningún calor fue ofrecido desde hace mucho tiempo. Cercanía no significó
conexión; había una enorme pared de mármol entre nuestros caminos, aunque nos
sentimos juntos, nunca lo estuvimos realmente.
El tiempo ha llegado de ver otros ojos,
tal vez con la misma mirada, pero mucho más sabia. No digas adiós porque esto
no es una despedida, tantas veces hemos gastado mil palabras en esta partida
así que por favor no viertas sentimientos sin sentido a mi espalda. No miraré hacia
atrás. Enfrentaré el frío solo, aunque mis mejillas se quemen.
viernes, 15 de agosto de 2014
RAISSA
Si tan solo entendieran que lo que
siento es lo mismo que ellos sienten.
Mi corazón se aprieta y sufre al igual
que el suyo.
No soy un monstruo, no me miren raro.
Por favor no piensen que es un castigo
divino. Por favor no piensen que desvié el camino.
No quiero que ustedes me entiendan,
quiero que me respeten.
Y es que tengo rabia con esta
heteronormativa, con ese binomio del hombre y la mujer.
Yo también quiero ser libre. Yo también quiero
amar. ¿Qué hay de malo que ella también sea mujer?
¿Es acaso la reproducción la norma
reinante en este mundo?
Yo no me salí de las reglas, son las
reglas las que no me aceptan.
miércoles, 6 de agosto de 2014
LO INTANGIBLE Y LA RENUNCIA DEL “YO”
“Pero si yo si te amo, te juro que te
amo. Eso sólo fue un desliz que no significó nada para mí”. Si prestamos
atención a dos aspectos sustanciales de tan tamaña falsedad nos daríamos cuenta
de que no es culpable el que miente sino que el que se deja mentir. Para las
mentiras tiene que haber un oído cómplice (o idiota-por no decir weón) que cree
el cuento de hadas que le están relatando. Por una parte, está esa lengua
oscura y extranjera que incluye a su prosa una baratija de discursos prefabricados,
como en las telenovelas, pero no las de la tarde, sino de esas que dan en la
madrugada, malas y cursis como ellas mismas. Ese discurso embustero que el falocentrismo
chauvinista nos legó… “puedo amar a una y acostarme con otra”. Analicemos esta
frase, ¿es decir que el pene y el corazón, donde simbólicamente se alojan
nuestros sentimientos, no se llevan bien? Yo pensé que hacer el amor significaba
eso mismo… pero al parecer, la palabra follar
debería ser la única acepción para este acto carnal porque, aunque suena cruda
y vil, se acerca más a lo lascivo del acto. ¿Y si utilizamos mejor la palabra fornicar ? No, mejor que no porque esa
palabra está cargada de una connotación religiosa y no me quiero meter en ese
tema porque de lo que si estoy convencido es que si se trata de inventar ficciones,
cuentos de hadas y demases los católicos ganan por amplio margen. Volviendo al
tema de la pugna pene/corazón, ambos están conectados por la sangre que circula
entre ellos, claro, uno la bombea para hacerla llegar al otro pues sin la ayuda
de uno, el otro no podría sobrevivir y viceversa. Entonces, ¿por qué tanta
independencia del uno al otro, si están tan conectados corporalmente? ¿a quién
hacerle caso entonces? ¿Para qué mentirle a uno si el otro es el que manda?
Por otra parte, está ese oído que se
deja embaucar con palabras empapadas de sudor postcoital, que le da la bienvenida
a ese tren de explicaciones permutadas en una cantina de mala muerte o en una
pocilga del amor exprés. “Peor es nada, peor es estar sólo” una vez se escuchó
en un susurro. Ese miedo a la soledad es la moneda de cambio en este país de
las maravillas, la soledad reina en su trono tirano y atemoriza en pos de la
rutina eterna. Entonces usted me dirá que estoy infiriendo que el amor no es
más que rutina y/o miedo a la soledad acompañado de la medida justa de mentiras,
y yo le contestaré: SI. El intangible y eterno tópico inspirador de millones de
páginas en miles de idiomas no es más que un invento que le dijeron cuando usted
era pequeño para explicarle el porqué de la renuncia al ”yo”.
domingo, 27 de julio de 2014
EN EL UMBRAL
Allí acabó la huida de aquel ser, sus débiles
y arañados brazos no fueron capaces de sostener su cuerpo exhausto. Aunque la
cima nunca prometió nada concreto que le brindase un bálsamo para la inevitable
realidad, este ser tomó rumbo hacia la cúspide muy a pesar de los de su misma
especie. El camino nunca fue hacedero y sólo le presentó impedimentos que le
recordaban lo absurdo de su empresa. Una promesa del aire fue su juramento
sagrado y sus palabras las firmó ensangrentadas. Pero tal cruel emprendimiento
fue más afanoso y le encaró la realidad que había desaparecido con esa neblina
de lo irreal, se cansó de mendigarle suerte al inhumano destino, se rindió
frente a los disfraces que el olvido entregó a su paso, renunció a la empresa
que había comenzado largos años atrás, fue cosa de sólo un instante en el que
desplegó sus lacerados brazos, cerró sus ojos y se despidió de la cumbre a la que
alguna vez prometió alcanzar y se dejó caer en el abismo que le sirvió de
epitafio.
jueves, 17 de julio de 2014
… Y DESPUÉS
Nos dirán que vendrá la sempiterna luminiscencia,
que nuestra voz será un eco en el infinito, que nuestras almas se unirán al
verdor de la naturaleza, nos dirán que viviremos en un descanso libre de la mundicia
que envuelve y abriga la existencia terrenal. Quizá otros nos digan que seremos
parte del viento y volaremos libres junto con nuestros corazones, que el sol y
la luna sólo serán moradas pasajeras en un ciclo de nunca acabar, que veremos
el ocaso de la tierra, pero no con estos ojos sino con la mirada de nuestras
almas teñidas de gris. Todo esto brinda consuelo a nuestra breve existencia y
apacigua el imprudente ritmo de crecimiento en el que los árboles conscientes
se han sumido. ¿Y si después no hubiera nada? El oscuro reflejo del sinfín de
la conciencia quizá tendrá un punto culmine que no hemos previsto, la soledad
será un gentío comparado a lo que nos espera, esa negritud será la eterna
compañía del vacuo existir después de aquel momento. El vacío llenará el
espacio amigo y se ofrecerá como fiel acompañante. No existirá el tiempo pues todo
será un momento fugaz en el que nuestra consciencia se cristalizará para ser
parte de la nada otra vez. No existirán los recuerdos que con su injusto
palpitar nos aten a lo que quedó atrás. La vida misma parecerá un paisaje
lejano que alguna vez formó parte de nuestro ser. Después todo será nada, en la
nada haremos nuestro nido para allí fragmentar y fosilizar quién solíamos ser.
domingo, 22 de junio de 2014
FLANEUR
Recorrer sin rumbo aparente esta ajena ciudad que otrora
ofreciese su cálido cobijo en alguno de sus rincones, cuando la luz del día no
estaba adormecida tal como lo está ahora. Mirar sin comprender el funcionamiento
de la gente en su mecanizado existir, pareciera que la razón abordó el primer
barco que la alejó de aquí, pues entendió que en estos parajes su presencia
sólo interrumpía y obstaculizaba el perpetuo sonar de las campanas anunciando
el comienzo y término de cada día. Abstenerse de respirar el aire contaminado
de este lugar se ha vuelto una necesidad, no respirar para evitar alojar el
hedor de esta vida moribunda que yace frente a los ojos de este caminante. La insensibilidad
tomó su bastión de mando y obligó a quienes la rodeaban a petrificar sus almas
e impedir que la erosión de la vida y del sentir hiriera a los andantes. La rebeldía
de la abstracción prendió fuego a los intereses comunes y destruyó los
cimientos de una sociedad en paz. Solo sombrías caras ajenas se vislumbran
entre la muchedumbre, no existe rostro que brinde siquiera un atisbo de
familiaridad, esta ciudad se ha convertido en un cementerio de nombres, un lugar
donde nadie recuerda quién es, la memoria frágil y tenue se rindió frente al
olvido que ilumina la noche. Caminar entre extraños parece la única salida, un único
final de esta vejada existencia. Marchar todos al mismo tiempo, pero separados
a la vez, en una multitud individual en la que estamos tanto tiempo juntos unos
a otros, pero que abrazamos el aislamiento que nos ofrece una fría pero segura
compañía.
domingo, 8 de junio de 2014
FAREWELL
Distancia tardía que aún atacas al
vejado y desalmado caminante... aléjate pronto y lleva contigo tus horrores del
desafecto. No vuelvas donde no has sido llamada. El crimen está perpetuado y no
hay punto de retorno ni de sanación, el olvido ya se cobija en su guarida
gélida donde proyecta su prófana victoria por sobre los caídos en esta batalla
sin fin. Muerte, acércate con tu hálito mortal y
tu manto enloquecedor a aquellos que veneran tu llegada con los brazos
abiertos, bríndales consuelo y ofréceles tu amargo beso del letargo eterno,
sólo así vencerás a tu peor enemiga que alarga la existencia de los que ruegan
sin cesar la venida del frío incesante de tu incorpóreo ser.
domingo, 25 de mayo de 2014
MEMORIAS DEL INCONSCIENTE
A su lado juró aguantar el paso de la
tempestad y entregar un abrazo cálido pero la fría lluvia fue más fuerte que la
promesa que se inundó con el diluvio. Atrás quedaron esas tardes en las que
compartían secretos e historias que a nadie más le habían confesado jamás. El orgullo
de la pertenencia mutua rebasaba sus extasiados corazones con alegría. La ciudad
entera sintió celos de tan perenne sentimiento, si hasta el mismo viento les
robaba el aroma como muestra de desaprobación.
Ambos sentían que eran el uno para el
otro, sus cuerpos sólo reconocían las caricias del otro, tal camino recorrido y
conocido. Muchas fueron las noches en que el último pensamiento estaba dedicado
a ese otro.
Su error fue acariciar el futuro y
descuidar el presente… aquella casa de la que hablaron, aquella mascota que los
acompañaría hasta su vejez, aquella descendencia que se prometieron concebir y
todos los testamentos que presumían una concreción posterior, se diluyeron con
las palabras de adiós que su frío aliento pronunció en esa tarde de agosto.
De nada sirvió romper todos sus esquemas
y haber logrado conquistar su alma desafiante pues el destino les tenía
preparada una salida muy diferente a la que ambos habían planeado. Aquí no hubo
fuego ardiente ni hielo paralizante, no hubo desamor ni desesperanza ni tampoco
hubo una pelea que reemplazara el amor por odio sino que el destino jugó su
carta más mordaz; el tiempo. El tiempo como vil aliado del destino obró por
sobre los corazones de estos amantes juveniles y plantó sobre éstos la semilla
del olvido y el descuido. Sólo el tiempo se encargó de terminar lo que ellos
tenían con su nocivo reloj que todo lo acaba, todo lo mata, todo lo corroe y
todo lo deshace. El tiempo fue y será el reinante que se agasaja entre las hendeduras
que quedaron luego del quiebre de esas almas en busca de un por siempre.
domingo, 18 de mayo de 2014
VUELO INSOSTENIBLE
Las alas las perdiste aquel frío invierno que entumeció tus ansias de volar al sur acompañando a tu bandada. El tiempo y
la desdicha añejaron tu hermoso plumaje de seda primaveral. Fue esa desdicha la
que acompañó tus primeros revoloteos en un intento de alejarte del nido que una
vez te dio abrigo y ofreció seguridad pero que terminó siendo tu trampa lacerante.
A cualquier lado te hubiera seguido si pudieses emprender el vuelo nuevamente, contigo
surcaría los aires en busca de nuestro paraíso perdido. Juntos haríamos nuestro
el azul horizonte y nos reiríamos de las nubes que intentaran cerrarnos el paso en nuestra obstinada pero alegre partida. Tus alas conocieron el dolor mucho antes
de que decidieras mirar hacia el cielo y soñar con ser parte del viento. Quizá algún
día encuentres el vendaje que arrope tus alas heridas y brinde calor a tus
esperanzas para sanar tu alma y logres la reconciliación con el vuelo que te ha
sido esquivo desde aquel día gris que aún pena en tu vida. Sólo déjame ser
quién te acompañe nuevamente en tu vuelo imperecedero y prometo que seguiré tu veloz
paso en las alturas y juntos veremos el mundo desde otra perspectiva, en la que
tú y yo seamos los gobernantes de nuestro alborozado revoloteo.
miércoles, 16 de abril de 2014
AHORA Y ENTONCES
El lenguaje inconfundible de una mirada
que clama comprensión ensalzada con atisbos de ternura despojada. Esos ojos
cansados de la eterna lucha diaria del vaivén capitalino que en su humilde
interior se aferran a plasmar un sentimiento perdurable. El aroma que no es más
que la esencia inconfundible del ser que solía habitar en ese cuerpo. Esa sonrisa
que siempre se ofreció tal aire a las plantas, libremente y de forma natural,
casi por presagio divino. La seguridad era parte del acuerdo implícito que fue
consagrado en aquella fresca tarde de primavera. El lazo era mutuo, esa unión brindaba
una conexión que jamás se vio en estos parajes, pocos ojos fueron testigos de
las excepciones que tuvieron lugar allí, en ese territorio lejano que aunque aún
exista tal como era en ese entonces, su espíritu se ha retirado para no volver.
Esos ojos encontraron un espejo que los cobijaba, un portal que los invitaba a descansar
en su perenne tranquilidad. Largas fueron las andanzas que recorrieron juntos,
uno a lado del otro, aferrados entre sí, sosteniéndose fuertemente para no
ceder el paso a la tormenta que estaba por venir. Si la felicidad era parte de
la visión que se esperaba, ¿por qué las lágrimas fueron anfitrionas de aquel espectáculo?
Éstas no fueron invitadas pero sin embargo alojaron y se dieron un banquete de
lo no se debió regalar. La amistad se disfrazó de cruel embustera para seguir
aletargando el camino develado que se presentó frente a sus pies. La compañía nunca
fue poca, era común ver a aquellos errantes deambular en la gélida oscuridad provisionados
con un ánimo que alentara y agasajara sus inexpertos corazones. En aquel entonces,
la ciudad pareció pequeña e insignificante frente al incesante andar, sólo
importaba aquello que no se puede medir, nada se comparaba con la ilusión de un
nuevo día, una nueva noche, una nueva luna, una nueva brisa matutina que con su
rocío impregna de vida y resurrección lo que el añejo día intentó usurpar.
domingo, 23 de marzo de 2014
Y FUE EN SILENCIO
Fue en la carencia de todo tipo de ruido
que nos encontramos para sellar esta travesía. No fue con un estruendo que ensordeciera
fugazmente, tampoco ocurrió bajo una tormenta que amenazara enfriar nuestros
corazones con una lluvia de reprimendas hacia ambas partes. No fue destrucción
lo que allí sucedió. No hubo un abrasante fuego que consumiera toda intención
de detener las circunstancias. La tierra no sucumbió ni cesó su movimiento tal
como estaba anticipado, sólo un atisbo de falta de oxígeno en esa acelerada
respiración que contenía un grito descontrolado quiso presentarse en ese
momento de quietud inexorable.
Tampoco sucumbimos al hielo penetrante
que nos seguía las pisadas en ese invierno que nos dio la bienvenida a la
partida sin retorno en la que nos habíamos embarcado bastante tiempo atrás pero
que se acrecentó gracias a la indeterminación de nuestras almas en su afán por
emprender el viaje hacia el horizonte, más allá de las miradas grises de nuestra
ciudad para encontrar un refugio lejos de los demás.
El silencio fue nuestro orador, las palabras
ya habían perdido su poder y carecían de sentido e importancia en ese estático
momento. Solo el ruido de la cuidad nos recordaba que aún estábamos allí sentados,
mirándonos a los ojos, con tus manos aferradas a las mías y deseando que la fortuna
reinara en nuestras sendas divergentes. Y fue en silencio que toda fortaleza
que infundía seguridad y estabilidad se deshizo como arena entre los dedos,
como si se pretendiese fortificar los cimientos de una perenne emoción sobre
una tierra baldía, estéril y árida frente a las oportunidades que allí
intentaron forjarse.
domingo, 23 de febrero de 2014
EXILIO
Ambos elegimos este destierro que nos
ahoga y priva del flujo mundano. Juntos acordamos luchar contra la ira de los
dioses y enfrentar el mar de la soledad para no seguir en este naufragio al que
habíamos llegado. Si en la desesperanza escuchas un grito que clama por tu
venida, no lo atiendas, omítelo, pues bien esa voz no me pertenece, le pertenece
a nuestro pasado que implora regresar a esa isla ominosa que albergó nuestra perenne
pasión. El camino en este exilio
voluntario está marcado por desventuras que prometen herir en silencio nuestras
almas para recordarnos lo que dejamos atrás, lejos quedarán esas promesas sin
cumplir, los votos que se perdieron en el viento de aquel otoño que vio
florecer un sentimiento. El tiempo nos dirá donde iremos a parar. Mientras tanto,
aférrate y avanza, aún contra la fría ventisca que penetra nuestros huesos y
debilita ese fuego que habita en tu mirada. Sólo recuerda que el confinamiento fue
el pasaje que se presentó a nuestros pies luego de consagrar con puño y letra
sobre ese papel, la despedida de aquella isla que fue el eterno hogar de tu
sonrisa perfecta.
lunes, 17 de febrero de 2014
LUNA MENGUANTE
El apogeo de la luz que alguna vez fue
la precursora de esa enérgica pasión tiembla y cede al ocaso semblante de la
noche, que ofrece sólo penumbras y un gélido último aliento.
Aquella
luna entregó sus ojos para atestiguar el último viaje que ambos harían antes de
partir cada uno hacia caminos opuestos, caminos marcados por las decisiones que
separaban más aún sus anhelados destinos.
La tristeza habitaba en su profunda
mirada, sus ojos retrataban una escena que nadie quería protagonizar. Ninguna
palabra abandonaba la fortaleza de sus tiernos labios y el respirar se hacía
cada vez más difícil con el palpitar de un acelerado corazón que clama por no
arribar al destino que ofrece nada más que distanciamiento.
Al decir adiós, se escuchó un eco que
encontró nido en ese vacío que se creó en el corazón de los que allí se
desterraban del reino de la ilusión utópica que les ofreció calma y esperanza,
lejos de la realidad.
miércoles, 22 de enero de 2014
151 “ME ENCANTA”… EL PASADO QUE SUBYACE A ESTE PRESENTE
Los escritos podrían ser perdurables tal
cual lo son las marcas del tiempo sobre la corteza de un roble añejado por el
deambular de las décadas y afectar la misma vida, como si de éstos dependiesen
los compromisos que las personas hacen. La propia lectura podría suponer un hecho
de voluntariedad frente a lo que se lee y que el accionar estuviese supeditado
a la empresa de descifrar y unir las letras para transformarlas en palabras con
sentido- o sin sentido, como la mayoría de las veces- que significaran un
compromiso latente y consciente, a la vez. Quizá sería más fácil recordar que
la palabra escrita tiene el mismo valor que las palabras pronunciadas en el éxtasis
de un discurso confesionario, así, al igual que el viento doblega y corroe las
oraciones articuladas por aquel que osa irrumpir en el silencio con una promesa
vacía, la palabra escrita tiene un valor análogo pues ésta puede ser fácilmente
eliminada o borrada como si el papel fuese un mudo testigo de los sentimientos,
amores y desamores que allí se plasmaron. O peor aún, estas palabras pueden ser
tachadas ya que no existe el coraje para hacerlas desaparecer y, en cambio, se
prefiere sobreponerles una línea que demuestre una negación frente a la verdad
que se intenta ocultar con el repentino cambio de opinión. Lo único que queda,
después de todo, es la intención que alguna vez alimentó ese corazón para que
concretara en tinta imborrable esas declaraciones que forman parte de ese
pasado lejano que subyace a este presente.
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