martes, 30 de diciembre de 2014

BOOK COVER

  

  Solía dejar que unos pocos ojearan la cubierta con la idea de que no se quedaran estudiándola por mucho tiempo.  No me agrada el gentío cuestionador y entrometido que relee una y otra vez cuidadosamente cada palabra que se forma allí. Es una tapa dura, como las de antaño, cubierta de cuero adornado y con finas terminaciones de hilo dorado. Pero sólo es una cubierta para entretener a los caminantes que merodean esta feria letrada. Las hojas que componen su interior son un sombrío misterio que sólo unos pocos conocen ya sea por dejación, olvido o apertura temporal. Estas hojas no son para el público masivo ni para el aficionado debido a que corren el peligro de aburrirse o de quedar entrampados en sus líneas. Para leer estas hojas se requiere cierta sabiduría, pero debe ser una sensata y amable sapiencia que logre deshilar y unir los fragmentos desordenados que habitan en esos parajes de tinta roja escarlata. No existe índice pues los capítulos se interponen unos con otros y, muchas veces, se repiten y vuelven a escribirse muy a mi pesar. En ocasiones ataca el gélido blanco indiferente del olvido y capítulos enteros son borrados como huellas en una tormenta de nieve. Asimismo, las letras sufren el infortunio del fuego avasallador que calcina las palabras y emociones encapsuladas allí. Entre fuego y hielo se desarrolla, muere y revive esta historia contada en páginas que brillan a la luz de la luna menguante, que en su penumbra buscan resaltar de entre la oscuridad.

domingo, 14 de diciembre de 2014

DUODÉCIMA LUNA



 La fría noche se avecina sobre nuestra corporeidad y con su manto de inquebrantable paz nos cubrirá para adormecer el latente corazón que sepultamos hoy. Con un amargo epitafio, sin flores ni coronas partirá hacia la fértil tierra de donde vino, en aquel verde prado descansará y dormirá hasta unir su palpitar con el crecimiento de los árboles. Las palabras solo adornaron su tumba como grises pétalos que le brindaban un pétreo silencio.
 Tú depositaste una rosa marchita sobre la tierra para recordarle el fin de lo orgánico, que como semilla que germina y se transforma, de todas formas sucumbirá al tiempo y a su inevitable erosión. Esa rosa multicolor que una vez brilló con sus alegres tonalidades pero que hoy ha quedado seca y moribunda sobre el cielo diáfano. Yo enterré los residuos de la fragmentada fe que aún se aferraba y albergaba en mi espíritu con el afán de que no nos atormentara nuevamente con la ilusión de florecer pese a la sequía que nos atacó hace ya algún tiempo atrás.
 Ambos sellamos el féretro con aquel vejado corazón colmado de promesas sin cumplir y de sueños que terminaron abruptamente con el despertar del sol en este oscuro día. Nuestras ropas oscuras escondían todo signo de color que intentaba arruinar la ceremonia que estábamos concluyendo. Más un intento de lamento se escapaba de aquel agujero cubierto de tierra fresca, pero nuestros oídos ya estaban carentes de percepción alguna. Solo las miradas hablaban y expresaban un dejo de amargura frente a la lapidaria despedida de la que fuimos protagonistas. Bajo la tenue luz de esta duodécima luna yacerá aquel sentimiento que pereció por la inacción, que nos ató y nubló el camino que un día decidimos recorrer, desafiando la fuerza de gravedad y la ventisca que venía desde nuestros pasados. 

domingo, 19 de octubre de 2014

RETORNO

   Las mismas frases que el viento pronunció retornan con esta brisa primaveral pero desde distintos labios. El ciclo que la vida instauró en este vejado corazón para enseñarle el eterno ir y venir de la incesante lápida verbal no se acaba hoy, ni tampoco lo hará mañana. Sólo las verdes hojas nacerán y morirán repetidas veces para cobijar el eco del renacer del pensamiento que fue pronunciado tiempo atrás.
Es el mismo aire que se respira, es la misma llaga que palpita en el interior y que se convierte en una sempiterna pesadumbre que envejece el alma para darle un tono grisáceo al espíritu, para llenarlo de sabiduría mezclado con pesar. ¿Estarás tu aquí conmigo soportando el vendaval de enunciados que se profesen desde esa raíz que floreció y murió tiempo atrás? O ¿Serás tú quién lance esas palabras inmortales como navajas? De igual forma, estas cicatrices ya conocieron el filo de aquel acero ardiente y, quizá, ya no sangren con la misma potencia pues en su sutura se encuentra la anestesia que retarde el padecimiento que se avecina. 

domingo, 17 de agosto de 2014

GONE


This infertile land has nothing else to offer. My march has started without you even noticed. There is no more pure air to breathe and the pollution has annihilated the few remains of hope. I will leave like the moon every dawn, but this time there is no coming back. Like raindrops in the grass shall I disappear, among green and brown my bedtime will be.
Pointless efforts the guardian gave to keep the prisoner in his cell since the confinement lasted more than expected. Now, there will not be more prisons to lock him up, freedom will take his hand to rush between oceans to discover another landscapes, some of them you never wanted to offer.
The bridges have fallen and we could not do anything about it, stillness was the perfect mate in our routine. Fate has lost among the ice; no warmth was offered since long time ago. Closeness did not mean connection; there was a huge marble wall between our paths, though we felt together, we never really were.
Time has come to see other eyes, perhaps with the same gaze but much wiser. Do not say goodbye for this is not a farewell, so many times we have spent thousand words in this departure so please do not pour meaningless sentiments to my back. I shall not look back. I will face the cold weather alone although my cheeks get frostbitten.


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IDA
Este suelo infértil no tiene nada más que ofrecer. Mi marcha ha comenzado sin que ni siquiera lo notes. No hay más aire puro para respirar y la contaminación ha aniquilado los pocos restos de esperanza. Me iré como la luna cada amanecer, pero esta vez no hay vuelta atrás. Al igual que las gotas de lluvia en la hierba debo desaparecer, entre verde y marrón mi hora de dormir será.
Esfuerzos inútiles entregó el guardián para mantener al prisionero en su celda puesto que el encierro duró más de lo esperado. Ahora, no habrá más cárceles para encerrarlo, la libertad tomará su mano para correr entre los océanos para descubrir otros paisajes, algunos de ellos que tú nunca quisiste ofrecer.
Los puentes se han caído y no pudimos hacer nada al respecto, la quietud era la pareja perfecta en nuestra rutina.
El destino se ha perdido entre el hielo; ningún calor fue ofrecido desde hace mucho tiempo. Cercanía no significó conexión; había una enorme pared de mármol entre nuestros caminos, aunque nos sentimos juntos, nunca lo estuvimos realmente.
El tiempo ha llegado de ver otros ojos, tal vez con la misma mirada, pero mucho más sabia. No digas adiós porque esto no es una despedida, tantas veces hemos gastado mil palabras en esta partida así que por favor no viertas sentimientos sin sentido a mi espalda. No miraré hacia atrás. Enfrentaré el frío solo, aunque mis mejillas se quemen.

viernes, 15 de agosto de 2014

RAISSA

Si tan solo entendieran que lo que siento es lo mismo que ellos sienten.
Mi corazón se aprieta y sufre al igual que el suyo.
No soy un monstruo, no me miren raro.
Por favor no piensen que es un castigo divino. Por favor no piensen que desvié el camino.
No quiero que ustedes me entiendan, quiero que me respeten.
Y es que tengo rabia con esta heteronormativa, con ese binomio del hombre y la mujer.
Yo también quiero ser libre. Yo también quiero amar. ¿Qué hay de malo que ella también sea mujer?
¿Es acaso la reproducción la norma reinante en este mundo?
Yo no me salí de las reglas, son las reglas las que no me aceptan.

miércoles, 6 de agosto de 2014

LO INTANGIBLE Y LA RENUNCIA DEL “YO”

  “Pero si yo si te amo, te juro que te amo. Eso sólo fue un desliz que no significó nada para mí”. Si prestamos atención a dos aspectos sustanciales de tan tamaña falsedad nos daríamos cuenta de que no es culpable el que miente sino que el que se deja mentir. Para las mentiras tiene que haber un oído cómplice (o idiota-por no decir weón) que cree el cuento de hadas que le están relatando. Por una parte, está esa lengua oscura y extranjera que incluye a su prosa una baratija de discursos prefabricados, como en las telenovelas, pero no las de la tarde, sino de esas que dan en la madrugada, malas y cursis como ellas mismas. Ese discurso embustero que el falocentrismo chauvinista nos legó… “puedo amar a una y acostarme con otra”. Analicemos esta frase, ¿es decir que el pene y el corazón, donde simbólicamente se alojan nuestros sentimientos, no se llevan bien? Yo pensé que hacer el amor significaba eso mismo… pero al parecer, la palabra follar debería ser la única acepción para este acto carnal porque, aunque suena cruda y vil, se acerca más a lo lascivo del acto. ¿Y si utilizamos mejor la palabra fornicar ? No, mejor que no porque esa palabra está cargada de una connotación religiosa y no me quiero meter en ese tema porque de lo que si estoy convencido es que si se trata de inventar ficciones, cuentos de hadas y demases los católicos ganan por amplio margen. Volviendo al tema de la pugna pene/corazón, ambos están conectados por la sangre que circula entre ellos, claro, uno la bombea para hacerla llegar al otro pues sin la ayuda de uno, el otro no podría sobrevivir y viceversa. Entonces, ¿por qué tanta independencia del uno al otro, si están tan conectados corporalmente? ¿a quién hacerle caso entonces? ¿Para qué mentirle a uno si el otro es el que manda? 
Por otra parte, está ese oído que se deja embaucar con palabras empapadas de sudor postcoital, que le da la bienvenida a ese tren de explicaciones permutadas en una cantina de mala muerte o en una pocilga del amor exprés. “Peor es nada, peor es estar sólo” una vez se escuchó en un susurro. Ese miedo a la soledad es la moneda de cambio en este país de las maravillas, la soledad reina en su trono tirano y atemoriza en pos de la rutina eterna. Entonces usted me dirá que estoy infiriendo que el amor no es más que rutina y/o miedo a la soledad acompañado de la medida justa de mentiras, y yo le contestaré: SI. El intangible y eterno tópico inspirador de millones de páginas en miles de idiomas no es más que un invento que le dijeron cuando usted era pequeño para explicarle el porqué de la renuncia al ”yo”.

domingo, 27 de julio de 2014

EN EL UMBRAL

 
 
  Allí acabó la huida de aquel ser, sus débiles y arañados brazos no fueron capaces de sostener su cuerpo exhausto. Aunque la cima nunca prometió nada concreto que le brindase un bálsamo para la inevitable realidad, este ser tomó rumbo hacia la cúspide muy a pesar de los de su misma especie. El camino nunca fue hacedero y sólo le presentó impedimentos que le recordaban lo absurdo de su empresa. Una promesa del aire fue su juramento sagrado y sus palabras las firmó ensangrentadas. Pero tal cruel emprendimiento fue más afanoso y le encaró la realidad que había desaparecido con esa neblina de lo irreal, se cansó de mendigarle suerte al inhumano destino, se rindió frente a los disfraces que el olvido entregó a su paso, renunció a la empresa que había comenzado largos años atrás, fue cosa de sólo un instante en el que desplegó sus lacerados brazos, cerró sus ojos y se despidió de la cumbre a la que alguna vez prometió alcanzar y se dejó caer en el abismo que le sirvió de epitafio.  

jueves, 17 de julio de 2014

… Y DESPUÉS

   Nos dirán que vendrá la sempiterna luminiscencia, que nuestra voz será un eco en el infinito, que nuestras almas se unirán al verdor de la naturaleza, nos dirán que viviremos en un descanso libre de la mundicia que envuelve y abriga la existencia terrenal. Quizá otros nos digan que seremos parte del viento y volaremos libres junto con nuestros corazones, que el sol y la luna sólo serán moradas pasajeras en un ciclo de nunca acabar, que veremos el ocaso de la tierra, pero no con estos ojos sino con la mirada de nuestras almas teñidas de gris. Todo esto brinda consuelo a nuestra breve existencia y apacigua el imprudente ritmo de crecimiento en el que los árboles conscientes se han sumido. ¿Y si después no hubiera nada? El oscuro reflejo del sinfín de la conciencia quizá tendrá un punto culmine que no hemos previsto, la soledad será un gentío comparado a lo que nos espera, esa negritud será la eterna compañía del vacuo existir después de aquel momento. El vacío llenará el espacio amigo y se ofrecerá como fiel acompañante. No existirá el tiempo pues todo será un momento fugaz en el que nuestra consciencia se cristalizará para ser parte de la nada otra vez. No existirán los recuerdos que con su injusto palpitar nos aten a lo que quedó atrás. La vida misma parecerá un paisaje lejano que alguna vez formó parte de nuestro ser. Después todo será nada, en la nada haremos nuestro nido para allí fragmentar y fosilizar quién solíamos ser.

domingo, 22 de junio de 2014

FLANEUR

   Recorrer sin rumbo aparente esta ajena ciudad que otrora ofreciese su cálido cobijo en alguno de sus rincones, cuando la luz del día no estaba adormecida tal como lo está ahora. Mirar sin comprender el funcionamiento de la gente en su mecanizado existir, pareciera que la razón abordó el primer barco que la alejó de aquí, pues entendió que en estos parajes su presencia sólo interrumpía y obstaculizaba el perpetuo sonar de las campanas anunciando el comienzo y término de cada día. Abstenerse de respirar el aire contaminado de este lugar se ha vuelto una necesidad, no respirar para evitar alojar el hedor de esta vida moribunda que yace frente a los ojos de este caminante. La insensibilidad tomó su bastión de mando y obligó a quienes la rodeaban a petrificar sus almas e impedir que la erosión de la vida y del sentir hiriera a los andantes. La rebeldía de la abstracción prendió fuego a los intereses comunes y destruyó los cimientos de una sociedad en paz. Solo sombrías caras ajenas se vislumbran entre la muchedumbre, no existe rostro que brinde siquiera un atisbo de familiaridad, esta ciudad se ha convertido en un cementerio de nombres, un lugar donde nadie recuerda quién es, la memoria frágil y tenue se rindió frente al olvido que ilumina la noche. Caminar entre extraños parece la única salida, un único final de esta vejada existencia. Marchar todos al mismo tiempo, pero separados a la vez, en una multitud individual en la que estamos tanto tiempo juntos unos a otros, pero que abrazamos el aislamiento que nos ofrece una fría pero segura compañía.

domingo, 8 de junio de 2014

FAREWELL

    Distancia tardía que aún atacas al vejado y desalmado caminante... aléjate pronto y lleva contigo tus horrores del desafecto. No vuelvas donde no has sido llamada. El crimen está perpetuado y no hay punto de retorno ni de sanación, el olvido ya se cobija en su guarida gélida donde proyecta su prófana victoria por sobre los caídos en esta batalla sin fin. Muerte, acércate con tu hálito mortal y tu manto enloquecedor a aquellos que veneran tu llegada con los brazos abiertos, bríndales consuelo y ofréceles tu amargo beso del letargo eterno, sólo así vencerás a tu peor enemiga que alarga la existencia de los que ruegan sin cesar la venida del frío incesante de tu incorpóreo ser.  

domingo, 25 de mayo de 2014

MEMORIAS DEL INCONSCIENTE

  A su lado juró aguantar el paso de la tempestad y entregar un abrazo cálido pero la fría lluvia fue más fuerte que la promesa que se inundó con el diluvio. Atrás quedaron esas tardes en las que compartían secretos e historias que a nadie más le habían confesado jamás. El orgullo de la pertenencia mutua rebasaba sus extasiados corazones con alegría. La ciudad entera sintió celos de tan perenne sentimiento, si hasta el mismo viento les robaba el aroma como muestra de desaprobación.
Ambos sentían que eran el uno para el otro, sus cuerpos sólo reconocían las caricias del otro, tal camino recorrido y conocido. Muchas fueron las noches en que el último pensamiento estaba dedicado a ese otro.
Su error fue acariciar el futuro y descuidar el presente… aquella casa de la que hablaron, aquella mascota que los acompañaría hasta su vejez, aquella descendencia que se prometieron concebir y todos los testamentos que presumían una concreción posterior, se diluyeron con las palabras de adiós que su frío aliento pronunció en esa tarde de agosto.
De nada sirvió romper todos sus esquemas y haber logrado conquistar su alma desafiante pues el destino les tenía preparada una salida muy diferente a la que ambos habían planeado. Aquí no hubo fuego ardiente ni hielo paralizante, no hubo desamor ni desesperanza ni tampoco hubo una pelea que reemplazara el amor por odio sino que el destino jugó su carta más mordaz; el tiempo. El tiempo como vil aliado del destino obró por sobre los corazones de estos amantes juveniles y plantó sobre éstos la semilla del olvido y el descuido. Sólo el tiempo se encargó de terminar lo que ellos tenían con su nocivo reloj que todo lo acaba, todo lo mata, todo lo corroe y todo lo deshace. El tiempo fue y será el reinante que se agasaja entre las hendeduras que quedaron luego del quiebre de esas almas en busca de un por siempre. 

domingo, 18 de mayo de 2014

VUELO INSOSTENIBLE

  Las alas las perdiste aquel frío invierno que entumeció tus ansias de volar al sur acompañando a tu bandada. El tiempo y la desdicha añejaron tu hermoso plumaje de seda primaveral. Fue esa desdicha la que acompañó tus primeros revoloteos en un intento de alejarte del nido que una vez te dio abrigo y ofreció seguridad pero que terminó siendo tu trampa lacerante. A cualquier lado te hubiera seguido si pudieses emprender el vuelo nuevamente, contigo surcaría los aires en busca de nuestro paraíso perdido. Juntos haríamos nuestro el azul horizonte y nos reiríamos de las nubes que intentaran cerrarnos el paso en nuestra obstinada pero alegre partida. Tus alas conocieron el dolor mucho antes de que decidieras mirar hacia el cielo y soñar con ser parte del viento. Quizá algún día encuentres el vendaje que arrope tus alas heridas y brinde calor a tus esperanzas para sanar tu alma y logres la reconciliación con el vuelo que te ha sido esquivo desde aquel día gris que aún pena en tu vida. Sólo déjame ser quién te acompañe nuevamente en tu vuelo imperecedero y prometo que seguiré tu veloz paso en las alturas y juntos veremos el mundo desde otra perspectiva, en la que tú y yo seamos los gobernantes de nuestro alborozado revoloteo.

miércoles, 16 de abril de 2014

AHORA Y ENTONCES

El lenguaje inconfundible de una mirada que clama comprensión ensalzada con atisbos de ternura despojada. Esos ojos cansados de la eterna lucha diaria del vaivén capitalino que en su humilde interior se aferran a plasmar un sentimiento perdurable. El aroma que no es más que la esencia inconfundible del ser que solía habitar en ese cuerpo. Esa sonrisa que siempre se ofreció tal aire a las plantas, libremente y de forma natural, casi por presagio divino. La seguridad era parte del acuerdo implícito que fue consagrado en aquella fresca tarde de primavera. El lazo era mutuo, esa unión brindaba una conexión que jamás se vio en estos parajes, pocos ojos fueron testigos de las excepciones que tuvieron lugar allí, en ese territorio lejano que aunque aún exista tal como era en ese entonces, su espíritu se ha retirado para no volver. Esos ojos encontraron un espejo que los cobijaba, un portal que los invitaba a descansar en su perenne tranquilidad. Largas fueron las andanzas que recorrieron juntos, uno a lado del otro, aferrados entre sí, sosteniéndose fuertemente para no ceder el paso a la tormenta que estaba por venir. Si la felicidad era parte de la visión que se esperaba, ¿por qué las lágrimas fueron anfitrionas de aquel espectáculo? Éstas no fueron invitadas pero sin embargo alojaron y se dieron un banquete de lo no se debió regalar. La amistad se disfrazó de cruel embustera para seguir aletargando el camino develado que se presentó frente a sus pies. La compañía nunca fue poca, era común ver a aquellos errantes deambular en la gélida oscuridad provisionados con un ánimo que alentara y agasajara sus inexpertos corazones. En aquel entonces, la ciudad pareció pequeña e insignificante frente al incesante andar, sólo importaba aquello que no se puede medir, nada se comparaba con la ilusión de un nuevo día, una nueva noche, una nueva luna, una nueva brisa matutina que con su rocío impregna de vida y resurrección lo que el añejo día intentó usurpar.

domingo, 23 de marzo de 2014

Y FUE EN SILENCIO

 Fue en la carencia de todo tipo de ruido que nos encontramos para sellar esta travesía. No fue con un estruendo que ensordeciera fugazmente, tampoco ocurrió bajo una tormenta que amenazara enfriar nuestros corazones con una lluvia de reprimendas hacia ambas partes. No fue destrucción lo que allí sucedió. No hubo un abrasante fuego que consumiera toda intención de detener las circunstancias. La tierra no sucumbió ni cesó su movimiento tal como estaba anticipado, sólo un atisbo de falta de oxígeno en esa acelerada respiración que contenía un grito descontrolado quiso presentarse en ese momento de quietud inexorable.
 Tampoco sucumbimos al hielo penetrante que nos seguía las pisadas en ese invierno que nos dio la bienvenida a la partida sin retorno en la que nos habíamos embarcado bastante tiempo atrás pero que se acrecentó gracias a la indeterminación de nuestras almas en su afán por emprender el viaje hacia el horizonte, más allá de las miradas grises de nuestra ciudad para encontrar un refugio lejos de los demás.

 El silencio fue nuestro orador, las palabras ya habían perdido su poder y carecían de sentido e importancia en ese estático momento. Solo el ruido de la cuidad nos recordaba que aún estábamos allí sentados, mirándonos a los ojos, con tus manos aferradas a las mías y deseando que la fortuna reinara en nuestras sendas divergentes. Y fue en silencio que toda fortaleza que infundía seguridad y estabilidad se deshizo como arena entre los dedos, como si se pretendiese fortificar los cimientos de una perenne emoción sobre una tierra baldía, estéril y árida frente a las oportunidades que allí intentaron forjarse.

domingo, 23 de febrero de 2014

EXILIO

  Ambos elegimos este destierro que nos ahoga y priva del flujo mundano. Juntos acordamos luchar contra la ira de los dioses y enfrentar el mar de la soledad para no seguir en este naufragio al que habíamos llegado. Si en la desesperanza escuchas un grito que clama por tu venida, no lo atiendas, omítelo, pues bien esa voz no me pertenece, le pertenece a nuestro pasado que implora regresar a esa isla ominosa que albergó nuestra perenne pasión.  El camino en este exilio voluntario está marcado por desventuras que prometen herir en silencio nuestras almas para recordarnos lo que dejamos atrás, lejos quedarán esas promesas sin cumplir, los votos que se perdieron en el viento de aquel otoño que vio florecer un sentimiento. El tiempo nos dirá donde iremos a parar. Mientras tanto, aférrate y avanza, aún contra la fría ventisca que penetra nuestros huesos y debilita ese fuego que habita en tu mirada. Sólo recuerda que el confinamiento fue el pasaje que se presentó a nuestros pies luego de consagrar con puño y letra sobre ese papel, la despedida de aquella isla que fue el eterno hogar de tu sonrisa perfecta.  

lunes, 17 de febrero de 2014

LUNA MENGUANTE

El apogeo de la luz que alguna vez fue la precursora de esa enérgica pasión tiembla y cede al ocaso semblante de la noche, que ofrece sólo penumbras y un gélido último aliento.
 Aquella luna entregó sus ojos para atestiguar el último viaje que ambos harían antes de partir cada uno hacia caminos opuestos, caminos marcados por las decisiones que separaban más aún sus anhelados destinos.
 La tristeza habitaba en su profunda mirada, sus ojos retrataban una escena que nadie quería protagonizar. Ninguna palabra abandonaba la fortaleza de sus tiernos labios y el respirar se hacía cada vez más difícil con el palpitar de un acelerado corazón que clama por no arribar al destino que ofrece nada más que distanciamiento.
 Al decir adiós, se escuchó un eco que encontró nido en ese vacío que se creó en el corazón de los que allí se desterraban del reino de la ilusión utópica que les ofreció calma y esperanza, lejos de la realidad.

miércoles, 22 de enero de 2014

151 “ME ENCANTA”… EL PASADO QUE SUBYACE A ESTE PRESENTE

   Los escritos podrían ser perdurables tal cual lo son las marcas del tiempo sobre la corteza de un roble añejado por el deambular de las décadas y afectar la misma vida, como si de éstos dependiesen los compromisos que las personas hacen. La propia lectura podría suponer un hecho de voluntariedad frente a lo que se lee y que el accionar estuviese supeditado a la empresa de descifrar y unir las letras para transformarlas en palabras con sentido- o sin sentido, como la mayoría de las veces- que significaran un compromiso latente y consciente, a la vez. Quizá sería más fácil recordar que la palabra escrita tiene el mismo valor que las palabras pronunciadas en el éxtasis de un discurso confesionario, así, al igual que el viento doblega y corroe las oraciones articuladas por aquel que osa irrumpir en el silencio con una promesa vacía, la palabra escrita tiene un valor análogo pues ésta puede ser fácilmente eliminada o borrada como si el papel fuese un mudo testigo de los sentimientos, amores y desamores que allí se plasmaron. O peor aún, estas palabras pueden ser tachadas ya que no existe el coraje para hacerlas desaparecer y, en cambio, se prefiere sobreponerles una línea que demuestre una negación frente a la verdad que se intenta ocultar con el repentino cambio de opinión. Lo único que queda, después de todo, es la intención que alguna vez alimentó ese corazón para que concretara en tinta imborrable esas declaraciones que forman parte de ese pasado lejano que subyace a este presente.