domingo, 1 de mayo de 2016

SU PERFUME

  Me paralizo y los recuerdos que me visitan son cada vez más reales. La lluvia golpetea sobre el techo. El olor a sopaipillas se mezcla con el de Antonio Banderas Golden. Ahora hay más voces que en un día normal. Hoy son ocho platos en vez de cinco. Más calor para cada pieza en este invierno húmedo. - Donde comen cinco, comen ocho - dijo mi mamá cuando aceptó. Otra vez se salió el canal, mi mamá y mis hermanos mayores pasaron toda esa noche limpiando y secando la casa. Todos ayudaron menos uno. No soy fanática de los perfumes, pero Antonio Banderas Golden no será fácil de borrar de las heridas de mi cuerpo.