Había dejado todo listo
para esta noche. Intenté arreglar cada detalle para que mis pequeños
disfrutaran de esta fecha. Me pasé el día en las compras de última hora y
aguanté horas bajo el sol buscando uvas, arroz y una moneda antigua. Como de
costumbre, el llegó tarde y ni siquiera notó algo de lo que había preparado,
pero esta vez no fue como las anteriores. Debí dejarlo lejos de su vista luego
de cortar la carne para la cena. Esta vez fue más que morado, fue un mar rojo
intenso. Nunca pensé que sería la primera del año.