jueves, 24 de octubre de 2013

A PROPÓSITO DE ESPERANDO A GODOT


- Yo sé que va a llegar.- se escuchó a lo lejos.
- Más tarde que nunca aparecerá en nuestro pueblo y todo dolor y sufrimiento se irán con su llegada.-
Los habitantes del pueblo no hacían más que hablar sobre la pronta aparición. Un par de ancianos comentaban la perdición en la que se encuentra la juventud de hoy. –Ellos ya ni lo recuerdan en el apuro de su vivir, si sólo dedicaran un tiempecito a reflexionar y recordar quién los creó.- dijo el anciano que tenía un dejo de nostalgia ensalzada con tristeza. - ¿Recuerdas que cuando éramos jóvenes entregábamos nuestras vidas y corazones sin importar las mundanas consecuencias?- dijo el otro.
Una monja alzó su vista en un ademán de añoranza mientras contaba las figuras redondas que tenía en su mano. Un par de casados, mientras cenaban junto a sus cinco hijos, conversaban de lo descorazonada de esta sociedad.- éstos ni siquiera se preocupan de cuidar y fraternizar con el otro.- vociferó, a la vez que hacía sonar la campanilla para que su empleada trajera más comida a la mesa.- Y tampoco tienen tiempo de donar el 1% a los que más lo necesitan olvidando la solidaridad que le debemos a el.- continuó la esposa mientras miraba con desdén las manos tajeadas por el cloro y las ojeras que disimulaba Pancracia, mientras le servía más café descafeinado y jugo a sus hijos.
- Se aproximan los días en que arrepentirse ya no será una opción.- se escuchó desde un parlante en la plaza principal del pueblo. Aquel grupo se reunía cada domingo en la mañana para cumplir con su misión.
Unos niños que jugaban alegremente frente al grupo de personas con el parlante detuvieron su inocente actividad y miraron hacia el cielo.- me pregunto que habrá allá arriba que todo el mundo habla como si existiese alguien que los escuchara, desearía que ese alguien tuviese la fuerza para hacer que mi padre no llegase tan borracho los sábados en la noche, así no tendría tanto dolor de cabeza hoy allá en la plaza con su grupo de amigos cantantes.- rogó un niño cuyo rostro denotaba un oscurecimiento en su ojo izquierdo.


viernes, 20 de septiembre de 2013

AGAIN IN A DREAM

  Much has been said about the meaning of dreams. Some say that they are what your mind suppresses and hides from reality. Others say that they are just remainders of your daily life that got entangled in your memoirs. I really do not know what they mean, the only thing that I know is that I would like to live in that dream, change reality by this unreal paradise, where I still can see you and be with you. Living there would give coherence to this nonsensical existence. I remember I could see your face clearly, you had the same beauty that caught my attention for the first time, and everything made sense then. I could breathe and feel the oxygen that gave me life again. It all felt very vivid, I could even smell your presence, see the shine of your dark eyes in that far day. It seems that nothing really cared in that place, I would quit to everything I have now for staying in that dream just for a minute with you, I could even remember your laugh and tears which I would have given everything I got for owning them. It was extremely hard waking up slowly and realising everything had been just a dream. Seeing the process of struggling between reality and fantasy just made the awakening more difficult. I did not want to give in to that dream, I wanted to stay there forever and never come back again; It was just so perfect and I did not need anything else to be happy.  The reason of why I saw you there again, it is just a mystery. I thought- and I am pretty sure of it- you were part of a nice and pleasant past which I see with nostalgia but this dream sort of disorganised  my life for a minute. Maybe it is time to wake up and start living…

sábado, 13 de julio de 2013

AL DESPERTAR

  El frío de esa mañana de septiembre abrigaba a aquel par de amantes en aquella ajena banca del parque en medio de la emergente rutina santiaguina. Sus brazos, tal mordaz atadura, ejercían presión sobre sus cuerpos jóvenes en un apasionado cuadro de vehemente desesperación. Con sus manos se acariciaban deteniéndose en cada detalle y opulenta geografía como si del tacto dependiese esa conexión que tanto ansiaban concretar. Sus lenguas se unían y danzaban al compás de sus exaltados corazones. El palpitar de sus emociones ya no tenía cabida en la bomba que estaba a punto de estallar en su interior, el grito desesperado de locura mezclado con excitación hacía eco en su desinhibido actuar en aquel parque.  La oscuridad que se rendía frente a la luminosidad de ese nuevo día dejaba entrever atisbos del encuentro furtivo que se presenció en esa banca. Los ojos castigadores y censuradores de los caminantes que pasaban por aquel parque no hacían más que avivar el acto de pasión que esta pareja estaba vivenciando. Sólo después de una hora, ella tomó la mano de su pareja y juntas se fueron caminando hacia la estación de metro para comenzar la vacía rutina laboral, cada una por su propio lado. 

DEMENCIA

“¿Tan fácilmente te has olvidado de mí?”, el prisionero preguntó. “Somos ustedes”. “Somos la locura que está encerrada en todos ustedes, rogando por libertad en cada momento de tu vida desde lo más profundo de tu mente animal. Somos aquello de lo que te escondes en tu cama todas las noches. Somos lo que duermes, silencias y paralizas cuando te vas a tu cielo nocturno, donde no te podemos alcanzar”.

El investigador hizo una pausa. Apuntó al corazón del prisionero y disparó… al caer, el sujeto débilmente murmuró: “Casi… tan… libre…

Adaptado del Creepypasta “Experimento ruso de sueño.”

sábado, 22 de junio de 2013

FRAGMENTO DE UNA AUTOBIOGRAFÍA

 Sabía quién yo era, era indudable quien quería ser, me persuadí hacia quién yo debía retratar, la profunda convicción de mi ser era incuestionable… pero la distancia fue mi traición y mi condena. No sólo estaba equivocado respecto a quien posaba frente al espejo cada mañana, sino que también le mentí a quien yo creía ser. Al cabo de esa semana, la errante noción de mi esencia se tornó borrosa y lóbrega tal como una tarde de agosto. La decepción fue mi eterna compañera. Si tan sólo en ese momento hubiese recordado quien yo quería ser, nada sería igual, tal como está ahora.

BUKOWSKI Y LA BIBLIA

 Sumido en las narraciones sombrías y mundanas, llenas de genitalidad pasajera y frotaciones corporales en algún burdel de bajo costo en aquella ciudad olvidada por la modernidad positivista, esa que olvida y rechaza la existencia de un sub-mundo ajeno a la bonanza -para algunos- capitalista.
  Así me encontraba yo, inundado por las grotescas descripciones del mundo que nadie quiere ver ni admitir, el mundo al que todos prefieren hacer vista gorda y asociarlo a la vida bohemia de los sin alma y despojados de la vida decente y políticamente correcta. Consumido por cada página que leía, el tiempo parecía no avanzar a mi alrededor, cada línea traía consigo un sinfín de imágenes que avivaban mi desinhibida imaginación, sólo la voz de aquella mujer que anunciaba la llegada próxima a la estación de destino logró desencajar mi pensamiento de aquel libro que me aprisionaba con la seducción de su narrativa mordaz y sincera.
  Al colocar el marcador de páginas en el tercer párrafo del quinto capítulo, mis ojos cambiaron su concentrada dirección y lograron divisar un par de ojos aterrorizados al cruzarse con mi mirada. Afortunadamente la época de detención por sospecha ya era parte del pasado, porque de lo contrario, esos ojos frenéticos y acusadores habrían sido mi sentencia. Aquellos ojos me estudiaban y acusaban mi actuar, un dejo de desdén también acompañó la sentencia que se presentaba frente a mí. Luego de un momento, el gesto de acusación se convirtió en espanto mezclado con una lastimosa vergüenza, a lo que no pude sino realzar mi mirada e intentar comprender lo que sucedía frente a mí. Para mi sorpresa, la persona de los ojos acusadores era un anciano muy bien vestido, llevaba una camisa a cuadros, un pantalón de tela color café claro, un gorro de paja y una cruz de madera que resaltaba por sobre toda su vestimenta. Este anciano también ojeaba un libro, pero éste era negro con hojas rojas, que en su tapa tenía una inmensa cruz de color escarlata.

  Después de un momento comencé a  hilar mis pensamientos y comprendí la ira castigadora de sus ojos, a lo que respondí con una sonrisa cómplice al pasar por su lado y luego agregué un “Buenos Días”. Las paradojas de la vida nunca las podré comprender, sólo me provocó cierta felicidad el saber que en un mismo vagón podían encontrarse dos visiones tan opuestas, que nos ayudan a comprender lo irónico y estropeado de este mundo, donde unos buscan la salvación en un libro, mientras que otros-y aquí yo me incluyo- sólo buscan distraer la imaginación y dejarse llevar por la narrativa de un buen autor.

SEALED

 El miedo me inunda, toma el control de mi errático y fallido andar,  la imagen inevitable de verlo fragmentado pero a la vez hermético y ajeno al mundo exterior debilita la escasa resistencia a este inclemente proceso que ya me venció mucho tiempo atrás. Tengo miedo de verlo sellado y que ya sea demasiado tarde para volver atrás. Cada respiro  trae consigo el fatal destino que le depara a este vejado corazón, las sensaciones humanas y emociones que coloreaban la monotonía de esto que algunos llaman vida, poco a poco cesan su lucha y se rinden frente a la glacial capa que cubre a este enfermo aprisionado en las fronteras de mi pecho. Ya pronto todo color será parte de un olvidado y lejano pasado perdido entre los ocultos rincones del alma. Es como si la corrosión del tiempo jugara su macabro papel y aletargara a este enfermo con sedantes que lo ayuden a privarse del mundo que lo observa, casi como un método de autodefensa. Es mejor el letargo eterno a que las penurias e injusticias que bombardean segundo a segundo, sin dejar un momento de respiro ni tranquilidad. La gruesa capa de hielo que acompaña a este enfermo lo adormece, lo seda, lo priva de todo creando una barrera entre su delicada piel y los horrores que lo estaban matando. Dura e impenetrable cual roca viva se levanta esta barrera para protegerlo pero sin darse cuenta de que a su vez, cimienta un camino sin retorno donde la privación de todos los sentimientos es la vía menos dañina para la silenciosa muerte que acaece y que vendrá a liberar con sus gélidas manos de justicia inmortal a este enfermo carente de emociones. 

viernes, 21 de junio de 2013

FRANCISCO Y SU MUERTE

  La noche llegaba a su punto más gélido, el viento del norte soplaba a jirones descascarando las pocas hojas huérfanas que quedaban del lejano otoño de ese año. Era pleno invierno y Francisco no lograba armarse de valor y cerrar sus ojos, las imágenes vivas de aquel momento lo atormentaban y no lo dejaban en paz. La inconmensurable oscuridad de su cuarto le ofrecía cierta seguridad, allí se sentía dueño y soberano de su vigilia, ningún fantasma del pasado le podía infringir herida alguna a su vejado corazón. Acostado en su cuarto con los ojos abiertos cuan débiles faroles en una espesa niebla, como si de la vigilia dependiese la lucidez que tan esquiva le había sido últimamente. Sin embargo, todo esfuerzo era en vano pues luego de eternos segundos, la oscuridad se mezclaba con el sueño, tener los ojos cerrados no impedía a las imágenes aparecer en la mente de Francisco y recordarle la razón de su desesperanza y dolor. Cada imagen clara y viva como un manantial lleno de recuerdos del pasado lo golpeaba con brusquedad y sin piedad alguna como si estuviesen cargadas de emociones concretas y de sentimientos palpables. Por eso a Francisco le atormentaban las noches, porque cada nueva traía consigo un mar de imágenes que le quitaban de a poco la frágil vida que le quedaba.  Luego de esa imperecedera noche escondido en las tinieblas de su cuarto, aguantando la arremetida del sinfín de imágenes que lo atacaban y le deshilaban el pensamiento, nublándolo y contagiándolo con esa putrefacta enfermedad del desapego, luego de aguantar no sin gran dificultad esa última noche de su vida, decidió ponerle término a su pesadumbre…

A la mañana siguiente, cuando el primer rayo de luz logró colarse de entre las gruesas paredes de su cuarto, cuando la noche cedía derrotada su trono frente a la inminente llegada del día, Francisco comprendió que debía comenzar a vivir luego de cuatro años de forastera existencia dentro de su propio cuerpo.

PERENNIAL HATE

Though these two words might have different connotations and, in some way, be opponents by their mere allusions made upon their perspectives, it is quite wise to bind them in an everlasting embrace that turns them into a paradoxical but strong true. Many times the wanderer has found himself trapped in the disjunctive of saying what he really feels or just be as polite as he was taught to be, his pale heart tells him not to lie to himself, his brain tells not to hate because doing so, it poisons his heart, his feelings tell him not to hide the unheard voice of his soul, his head tries to control the storm of thoughts created by this unmanaged anger that bounds his actions and desires towards one objective; to hate the one who possesses his unique brilliant jewel. This thief, deserves (whether you like it or not) the immortal and everlasting hate for stealing and bringing desperation in a perfect world, which only knew about calm and peace. This wanderer, however, did not agree on the pre-established set of values that his society imposed on him, on the contrary, he just followed what his inner voice told him to do, that is why this hate grows day by day like a perpetual tree, dammed to live for ages to see the end of the days with the same mad eyes.

5th of February... all over again

Cuando el reloj estaba a punto de deshojar la última campanada para desahuciar el jueves y recibir con satisfacción y anhelo este nuevo día, allí se encontraba aquel muchacho tímido y soñador, sentado esperando el despegue de sus ilusiones junto con las de todos sus seres queridos, ¿su destino? El tan anhelado proyecto de vida que por fin estaba concretándose. Tantas penas, frustraciones y esfuerzos tuvieron que vivir para hacer realidad este sueño que estaba a punto de abordar. Al mirar su reloj, se percató de que ya estaba volando rumbo al sur, la fecha marcaba 5 de febrero, aquel fúnebre día que nunca vivió, que cambió todo lo que conocía y que alteró todo lo que apreciaba. Luego de ese día las cosas nunca fueron como las recordaba, su existencia dió un giro impensado, lo blanco era negro y lo negro era blanco… la tonalidad de los colores ya no era la misma, el brillo del sol ya no le brindaba temperatura a su sangre, ya no era vida lo que lo mantenía vivo, sino inercia, mera inercia, se acostumbró a vivir de migajas y de olvido, sus únicas pretensiones eran sobrellevar el día a día quejumbroso y fatigado, ya cansado y perturbado por la nueva imagen que sus ojos le reflejaban. La gran paradoja de todo esto fue que ese día de febrero nunca lo vivió y también nunca le devolvió la vida que le arrebató al abordar rumbo a sus ilusorios proyectos de vida.

Tossie the Mozzie

   In the northern wetlands lived Tossie the mozzie. He was the smallest of his kind. He was discontented with his job. “You have to work hard if you want to become a strong mosquito as your dad” said Tossie’s mum. He didn’t like his occupation; people often hurt mosquitoes when they try to extract blood from their bodies. In fact, there are some stories from the old times that say that many mosquitoes were killed by humans in their noble odyssey of extracting human blood for transforming it in sweet juice for the starving mozzies of the northern wetlands.
  One day, Tossie the mozzie was flying near the riverside when he noticed a group of people living in tents. They wore dirty and torn clothes and they seemed skinnier than the average people. “I think I should go there and try to get some blood”. So Tossie went and saw a small and defenseless child whose eyes were covered with tears. “I might use some of my happiness toxin while I’m extracting that child’s blood. It can make him feel better, I think”. So he put his proboscis in the child’s arm and poured the happiness toxin. For his surprise, the child noticed Tossie’s presence and looked at him astonished. “Why are you doing this?” said the child. Tossie, ashamed of what he was doing- because he hated stealing human’s blood- answered: “Because I have to! I need to collect all this blood for providing sweet juice for the starving mozzies of the northern wetlands; they need it for their health and strength. Besides, it doesn’t hurt. We use a special toxin that makes you feel no pain at all”. “I don’t mind to give you my blood. My father always says we have to be kind with everyone” said the child, who knew well what hunger was. So from that day on, Tossie the mozzie went where the riverside people lived and extracted the child’s blood. Every time he went there, they spent hours and hours talking. They were even like friends.

  After some weeks, the child was getting worse and worse because of his underweight. “I wonder why you are so skinny” Said Tossie the mozzie to the child. “It’s because my family is too poor and we don’t have enough food for all of us”. “But, you have people who takes care of you, don’t you?” Said Tossie shocked. He thought that humans were so intelligent and generous that nobody would be hungry or cheerless. “Well, for many people we are not important, or even unwanted. That’s why we have to live here in the riverside”. Suddenly, Tossie felt so miserable and helpless that he decided to offer himself as food for the child. “I know that I’m too small and that I probably won’t be enough for you but It’s the only thing I can give you for providing me your blood for the starving mosquitoes of the northern wetlands”. So the boy ate Tossie and satisfied his hunger just for a moment. 

ABOUT WRITING FICTION

They say that the author’s intention is to portray what he sees and what he feels from his external world. Trying to put in written lines what surrounds that careful spectator with his pen and paper. In some way it is like breathing the pure oxygen from the air and trying to verbalise it, gathering every particle of life that comes through your lungs and transform it into art (or trying, at least). His body, as a sort of filter, takes the untouched world his eyes witnessed and mixes it with his experiences that shape his style, obtaining a mixed result, both reality and fiction. However, this is not always true for all writers. When I become and I play the role of an author, I try to manipulate what I see and hear from my environment. There are not mere descriptions found in my writings-though I overuse them sometimes- , there are many things I alter to my own benefit- I wish I could have the same power found in my fictional world to use it in real life- which give (in) coherence to my creations. Sometimes I take reality to its extreme to make it more interesting to the reader (if there are some) and I shape it in a way that it provides a more fruitful experience. So vague and so close at the same time are the relationships between the real world-although I sometimes got entangled in the threshold of sanity and madness- and the writing universe whose almighty creator I become when I write.
Writing fiction is, therefore, a manipulated truth disguised with the literary-I hope so- embellishment obtained from the need of making this chaotic reality a bit less complicated and friendly to the witness eye that too many times has found itself trying to decode the infinite and illogical burden of this disorganised place that some inexperienced dreamers call earth.

IMÁN

 Combatiendo enormemente contra la afinidad que ese extremo opuesto ejercía sobre su tangible corporeidad, y a la vez, negando su naturaleza positiva que lo atraía fuertemente hacia ese otro imán, así se observaba a ese testarudo y necio magneto hasta que un día sin que nadie lo notase, cerró los ojos y sintió como un poderoso impulso lo acercaba cada vez más a ese opuesto que tan fieramente había resistido tiempo atrás. Luego de un par de segundos, abrió los ojos y contempló que ese opuesto negativo formaba, junto con su tangible positividad, un solo imán y que su lucha había sido innecesaria pues, algo tan insignificante y simple como el,  no podía luchar contra las leyes de la física, sino más bien su cometido era unirse a su disímil en un imperecedero y potente abrazo de rendición y paz.

AJENA CERCANÍA

 Mientras el la acompañaba por la calle principal, por aquel lugar habitual de sus encuentros después del trabajo. Con ese afán del tortuoso silencio que le invadía desde que sus ilusiones murieron con el ocaso del verano. Así caminaba el a su lado sin que alguna palabra pudiera salir de su boca, ella lo miraba con sus intensos ojos negros que muchas veces iluminaron su oscuro andar. Ella no esperaba una respuesta de su parte, solo lo miraba contemplando su inocente mirada. Luego, pronunció unas palabras que buscaban refugio en sus oídos, que sin embargo no encontraron respuesta pues la pared que existía entre ellos era tan gruesa que sus palabras eran incapaces de cruzar ese muro de incomunicación que se creó después de tanta lejanía estando uno al lado del otro.

LA EXISTENCIA DE FRANCISCO

  Ese día en que Francisco descubrió que toda su existencia había sido un disfraz, que la base de ésta estaba compuesta por máscaras de felicidad y que debajo de ellas se escondía un abismo de amargura, que sólo había vivido un cuento de hadas con un final amargo. Ese día Francisco descubrió que su vida ya no valía la pena. ¿De qué servía respirar si el aire le faltaba? ¿De que servían sus ojos si lo que veía no era real? ¿Para qué tenía un corazón que latía día a día, si este estaba despedazado de tanta falsedad? ¿De qué servía vivir si no tenía motivos para hacerlo? Al final de ese día Francisco decidió comenzar a vivir luego de pasar tanto tiempo muerto en vida.

jueves, 20 de junio de 2013

IN THE KINGDOM OF DREAMS


   There is a place where reality doesn’t impose its painful true. There’s a free entrance and no discrimination is made upon its visitors. In this marvellous location lovers and lost souls shake hands in a peaceful treaty.

   Although I wait for those hours of darkness isolated from the world, longing for that tricky invitation, the door doesn’t seem to be open as I wanted. Free gift from the eternal happiness leads the traveller through a land of desires and everlasting emotions.
   The other night I saw you in that kingdom where no limits are found, where you’re mine and no one can steal your presence from me, the place where you DO belong to me. At least there’s one place on earth where we are still together, away from this raw and liar realism that keeps me far from the precious sanity of our perfect daydream. 

PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN

  Cuando el albor del sempiterno resplandor de nuestra estrella de vida se desvanecía lentamente para dar la bienvenida a la pálida luz de la luna, Amalia y Steve caminaban de la mano por la plaza de la constitución, era un fastuoso atardecer de septiembre. Aquel lugar los había seducido desde el primer día que sus miradas rompieron el monótono ritmo santiaguino, por eso lo frecuentaban cada tarde como sagrado mandamiento dictado por sus jóvenes y esperanzados corazones. La quebrantable vida de las flores que fueron testigos de sus encuentros cada ocaso, nunca pudo compararse al imperecedero afecto del que fueron devotos Amalia y Steve.

  Hoy, sin embargo, luego de lejanos 5 años desde aquella tarde inaugural extasiada de felicidad desbordante y de promesas sin cumplir, en este aletargado otoño, aun se puede distinguir a Steve entre el gentío anónimo y distante, contemplando el paso del tiempo sin esperanza alguna el retorno de Amalia. El espera sentado en el mismo lugar donde regaló su primera perenne flor símbolo de un sentimiento naciente. Este gélido y abrasante atardecer lleno de aromas que embriagan de recuerdos agridulces la cabeza de aquel olvidado amante, le recuerda a la plaza de la constitución que aquellos vanos juramentos hechos en sus siempre verdes pastos no son más que hojas relegadas de algún árbol víctima del otoño, que fácil huyen con el viento que las invita a desaparecer con su hálito mordaz.

FIDELIDAD

  Desde pequeño fuiste instruido en el arte del buen samaritano, te inundaban con frasecitas tales como: “No hagas lo que no te gustaría que te hicieran”, “haz siempre el bien y recibirás bien”, "lo malo siempre se devuelve” y todo ese tipo de palabrería barata con trasfondo educativo-privativo-inhibidor-del-propio-deseo-humano. Creíste que el mundo era perfecto, que todo sucedía por algún secreto (supremo, creen algunos) motivo, viviste un cuento de hadas donde todo tenía un final feliz. A pesar de las injusticias del mundo, te inculcaron que existe un lugar donde las injusticias no existen, donde las desigualdades no son realidad, y que lo que en este mundo te cuesta, te duele y quita el sueño, en ese “otro” lugar, no padecerás mal alguno, no necesitaras ni sufrirás penas mundanas. Una de las grandes falacias que heredaste de tu crianza es la fidelidad, término abstracto y sin sentido que ni tú crees posible. Aún a pesar de que no entendías lo que fidelidad significaba, intentaste seguir lo que te enseñaron, permanecer fiel y no engañar a la persona que comparte tu vida, pero como suele suceder con lo aprendido, fácil se olvida. Un error lo comete cualquiera fue tu escudo, nunca más lo volveré a hacer fue tu defensa. Hay quienes ni siquiera admiten haber fallado a la fidelidad, hay quienes prefieren enterrar su verdad y llevarla hasta la tumba, mentir, mentir, mentir hasta ya no diferenciar entre realidad y ficción, hay quienes prefieren vivir vidas paralelas antes que admitir debilidad, mentirle a todo el mundo fingiendo un mundo dotado de hermosura radiante, seguir con esa persona a pesar de que el respeto se perdió con el primer beso ajeno prohibido regalado a oscuras y a escondidas de “lo correcto a hacer”. Es mentirle a tu esencia, es levantarte en las mañanas y mirar a ese actor que tienes en el espejo, es repetir una y otra vez ese guión aprendido en las oscuras calles de lo prohibido pero adictivo. Si tan solo te hubiesen enseñado a sentir y a aceptar lo que tus instintos te piden, te ahorrarías toda esta mentira que mata de a poco, lentamente, como una muerte de desangramiento, sientes como cada gota que te abandona, se lleva un pedazo de tu alma, pero no sin sufrimiento, porque el alma se desgarra gota a gota. Quizá, como algunos pretenden hacernos creer, la mayoría de los términos valóricos y éticos provienen de una fuerza suprema, que pretendió enseñarnos a ser seres admirables y nobles, pero que debido a nuestra naturaleza humana, limitada, básica y superficial, no comprendimos lo que la charlatanería abstracta significaba, y como buenos seres primitivos que somos, la adaptamos y la adecuamos a nuestra conveniencia. Por eso, la expresión popular se hace tan fuerte y llena los corazones de tantos seres humanos, hasta hay algunos que llegan a creerla: “Se es fiel hasta que se pruebe lo contrario”, por ende, el mundo nunca sabrá ni se enterará de los oscuros pasajes y vivencias por los que has transitado durante tu mundana vida. Nadie sospechará de los placeres de los que fuiste preso, sólo tus ojos serán testigos de lo que tu boca tendrá que callar por astucia.