martes, 30 de diciembre de 2014

BOOK COVER

  

  Solía dejar que unos pocos ojearan la cubierta con la idea de que no se quedaran estudiándola por mucho tiempo.  No me agrada el gentío cuestionador y entrometido que relee una y otra vez cuidadosamente cada palabra que se forma allí. Es una tapa dura, como las de antaño, cubierta de cuero adornado y con finas terminaciones de hilo dorado. Pero sólo es una cubierta para entretener a los caminantes que merodean esta feria letrada. Las hojas que componen su interior son un sombrío misterio que sólo unos pocos conocen ya sea por dejación, olvido o apertura temporal. Estas hojas no son para el público masivo ni para el aficionado debido a que corren el peligro de aburrirse o de quedar entrampados en sus líneas. Para leer estas hojas se requiere cierta sabiduría, pero debe ser una sensata y amable sapiencia que logre deshilar y unir los fragmentos desordenados que habitan en esos parajes de tinta roja escarlata. No existe índice pues los capítulos se interponen unos con otros y, muchas veces, se repiten y vuelven a escribirse muy a mi pesar. En ocasiones ataca el gélido blanco indiferente del olvido y capítulos enteros son borrados como huellas en una tormenta de nieve. Asimismo, las letras sufren el infortunio del fuego avasallador que calcina las palabras y emociones encapsuladas allí. Entre fuego y hielo se desarrolla, muere y revive esta historia contada en páginas que brillan a la luz de la luna menguante, que en su penumbra buscan resaltar de entre la oscuridad.